domingo

Caricias Insuficientes


Así lejana. Me permito tocarte, recorrerte con la mirada.
Son tantos los secretos que nos contamos; yo y tu sombra fugitiva.
Y me pinta los ojos y la lengua; con grises gentiles y brochas en las manos.
Y cuando el peso de la incoherencia flaquea mis rodillas, te suelto
sin reproches ni remordimientos; tu sombra no pesa tanto.

Así cercana. Te respiro, trato de respirarte.
Pero no se abren mis pulmones hundidos en tu tormenta y tu marea.
Salpica tu piel cientos de colores, de pintura aceitosa que resbala en mis sentidos.
Y cuando lo burdo de tu realidad desagrada a mi sentido del olfato, te suelto
sin verguenza ni culpa; mi sombra no pesa tanto.

Son siempre caricias insuficientes las que puedo dar.

3 comentarios:

  1. Hermoso!!!!
    A veces duele soltar... a veces es lo mejor... a veces soltar pesa... Lo que si es cierto es que la sombra no pesa.
    Quiero leer más!

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  2. Gracias por leer. Es bueno saber que no rebotan en la nada estas palabras.

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