domingo

Pienso que siento.

. . . Pienso que siento. -Porque sólo sintiendo se acelera el corazon, inhalo y se densa el aire- se apura la sangre para animar a los invitados en la cabeza, que en segundos olvidaron como verbalizar, como ser coherentes pero aprendieron con premura a idiotizarse entre frases desprendidas de vidas falsas.
Porque sólo sintiendo te comprimes el pecho sin usar las manos ni los brazos.

Si pienso que siento, siento, yo siento, creo. Primero pienso, luego creo. Y ahora que creo, ya no estoy tan seguro que siento.

Pero para sentir, se tiene que sentir algo. No se puede sentir la nada; una caricia es un roce en la piel, una mirada son luces que rebotan, un perfume son particulas volátiles, que a veces huelen a tu piel, una risa son vibraciones que maraquean algun huesecillo y un sabor... ¿a que sabe la ausencia de sabor? ¿a que huele la soledad? ¿como toco la nada? y ¿por qué la llevo adentro?

Tal vez mis emociones desafían las leyes de la física. Ahora pensandolo, fuese estupido que se rigeran por ellas, quien habra escuchado que el amor es atraído con una fuerza de 10 m/sª hacia abajo. Carajo! estoy pensando de nuevo.

Y que se jodan Einstein, Newton y Edison porque siento nada. Y la nada huele a mierda. La nada desenfoca.

Y sonrio con una mueca maltrecha mientras deambulo y sigo caminos y sigo costumbres y sigo y sigo y sigo. Solo añoro entre tanto y tanto poder acostarme bajo un arbol y mirar el azul entre el verde.
Las piedras no sienten,
las piedras no tienen que sonreir, ni preguntar "¿como estas?",
las piedras no generan expectativa,
las piedras se rigen por las leyes de la física,
las piedras no sienten.

Creo que me aturde el silencio y de verdad me gusta mirar el azul entre el verde. Mejor me quedo.


"Debo la tristeza a algo
que se volvió humo dentro de mí
persigo el sonido que no recuerdo
como un loco busca desde hace años
el sitio donde dejó enterrada su luz"

Arnaldo Acosta Bello